No Excuses

1.2.07

Indigna

Allí estaba esta mujer indigna. A paso velozmente entrecortado, arrastraba a su pequeño hijo por detrás suyo sin siquiera echarle una mirada. Nada de gritos ni caprichos. Su indiferencia era muda. Actuaba como si caminara sola la muy turra, mientras aquellos piesecillos, desde aquel hondo silencio, intentaban seguirle la marcha.

La temperatura en la ciudad no superaba los 8 grados. Nadie lo pasó por alto aquella mañana invernal: ni el canillita de la esquina, abrazado a una generosa bufanda; ni el ejecutivo recién engelado y ensobrado en un vasto sobretodo; ni los nórdicos mochileros que pasean frescamente por San Telmo pensando que la temperatura porteña, comparada con Noruega es, casi casi, tropical.

Sin embargo, el niño había sido ignorado al respecto. La escena era tan tangible en su crudeza que causaba repulsión: ella, muy envasada en su buzo polar azul, jean y zapatillas; el pequeño, apenas cubierto con una deformada remera de manga larga -que no llegaba a cubrirle el ombligo- y OJOTAS.

Mientras caminaba detrás de ellos, y la brisa penetraba no solo mis botas sino también mis tímpanos, me atravesó una sensación muy parecida a la ira*. Ganas de tomar a esta mujer del brazo y decirle que con su propio polar podía hacerle tres buzos y diez pares de medias a su hijo. Pero un nudo en el estómago me contuvo, y hoy me apena que así haya sido.

* (me acordé de vos, Alex, al escribir esta palabra. Algo te postearé).

10 Comments:

Blogger Hurricane said...

Cada uno da de lo que tiene. Lástima el sufrimiento del nene. Es probable que toda la relación entre ambos haya sido así, con ella tratando de dejarlo atrás y él tratando de seguir el paso.
Me da la sensación que son de los padres que luego aparecen en la tele pidiendo ayuda porque "no pueden contener a sus hijos" ¿y cuando les ofrecieron contención?
Saludos.

9:06 p. m.  
Blogger Chiara Boston said...

Nuestra forma de ser se refleja en cada aspecto de nuestra vida. Tuve frío y no me abrigaste, tuve hambre y no me diste de comer...
La maternidad no produce ningún cambio en los terrenos áridos.

Ganas de matarla tengo!

11:47 a. m.  
Blogger Uninvited said...

Y uno llega a casa y encuentra a ese hombrecito de apenas un metro y quiere abarcarlo hasta con lo que no tiene en nombre suyo y de aquel de la calle y también en nombre de nuestra propia salvación, porque no nos sentiremos a salvo hasta que ellos no se salven.

Gracias por el sacudón, Magic.
"Besi"

11:46 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

veo, a diario, muchas situaciones parecidas. En estos casos, los niños llevan bastante abrigo, pero son empujados como bolsas de basura o les gritan "hurry up, you mother fucker"cuando sus pequeñas piernitas no pueden seguir el paso de los mayores. después nadie sabe porqué, cuando crecen son tan violentos. saludos. Beacriz

7:52 p. m.  
Blogger Pitoti2 said...

Lamentablemente no todo progenitor es padre, ni son padres todos los que quieren. Una gran paradoja que no termino de aceptar.

1:05 p. m.  
Blogger Gustavo said...

Es terrible Magic. ¡Tantas situaciones como esa que te retuercen el corazón!
Terrible cuando pienso también en tantos niños que no tienen ni lo más mínimo.
¡Y dicen que no estamos locos!
Que civilización de mierda.

6:09 p. m.  
Blogger Araña Patagonica said...

nena.. se me arrugó el corazón porque lo contaste con una crudeza tan real que es como si lo hubiera vivido..
no se por donde pasa esa inconciencia.. pero te puedo asegurar que yo, como soy, se lo hubiera dicho.. o le hubiera arrancado el buzo para que ella tenga verdaderamente frio..
besos

11:11 a. m.  
Blogger Alex said...

...sin palabras
mandame un mail a la dirección que ya di así te agrego como autora.
Beso

3:49 p. m.  
Blogger A said...

Para qué tiene hijos??? si no pueden con sus vidas!!! que tipa tarada...muy profundo mi comentario!! jaaj pero la ira no me deja pensar frases constructiva y bellas!

Cariñosssssss!!!!!! con polarrr para el invierno santelmesco!

A

10:47 a. m.  
Blogger Ana said...

Desde el inicio, desear "tener un bebé" muestra que alguien desea poseer un objeto, que luego crecerá, ya no se dejará "tener" y ya no será un bebé. Mejor pensar en traer al mundo un hijo. Y para caminar al lado de él, dándole lo mejor.

11:40 a. m.  

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