No Excuses

9.12.06

Fantastic Bruxelles



Recorrer las calles de Bruselas aquel invierno fue, para ella, haber sido transportada varias décadas atrás. La fisonomía de la ciudad le dio a película de época: calles de húmedo empedrado, marrones y grises por doquier, edificios antiguos de angosta estructura y dorados contornos. El aire sin brisa olía a paz y magia de cuento; a espacio misteriosamente inofensivo.

Se preguntó, aquel jueves por la mañana, cómo era posible que el vagón del subterráneo estuviera despoblado. También le extrañó la pobreza visual de aquella plaza cuyo brillante colorido tanto había admirado a través de postales. ¿Dónde estaban todas las flores? ¿Acaso sólo había visto postales de primavera? Ahora, los árboles habían despedido tristemente su atuendo y el sol no alumbraba. Sin embargo, las palomas jugueteándole a sus pies cansados le hicieron sentir que no estaba sola.

Necesitó algún referente que la remitiera a su origen, y recordó que aquella había sido la ciudad elegida por Martha Argerich para crear sus celestiales composiciones. Jamás había tenido conexión alguna con ella, ni con su obra; mucho menos con un piano. Sin embargo, saber que una argentina vivía allí la alivió.

La denominada “pequeña Paris” no fue tal para ella. La huella personal de su limitada geografía recorrida la ubicó en el lugar de lo incomparable. De algún modo, supo que no volvería a sentirse así en otro suelo. Ni mejor ni peor. Así.
Por eso decidió que, si tuviera la oportunidad de otro viaje bien lejos, no volvería a elegir este destino. Por temor a que la imagen felizmente plasmada en su memoria se distorsione; a que una próxima vez sí haya flores pero extrañe estar sin ellas; a que ya no estén las palomas a su lado; a que los edificios se hayan renovado; a que el eco de los dedos de Martha Argerich se haya extinguido... A que deje de oler a magia.

10 Comments:

Blogger juanba said...

El post indirectamente me recordó dos películas del gran Richard Linklater, que si no las viste las tenés que ver: "Antes del amanecer" y "Antes del atardecer".

Salutes

1:26 a. m.  
Blogger Magic said...

Siiiii, Juan. Con Ethan Hawke y una actiz que no conocía. Muy conmovedoras. Beso.

9:21 a. m.  
Blogger cuti said...

Julie "mevolastelossesosporlosairesenBlancdeKieslowski" Delpy

10:15 a. m.  
Blogger Alex said...

Te entiendo.

11:52 a. m.  
Blogger Magic said...

Cuti: ya me agendé alquilar la trilogía. Después te cuento :)

4:00 p. m.  
Blogger Gustavo said...

Que indefinibles son los sentimientos que nos despiertan algunos lugares.
Tu texto me remite a otros por los que he pasado y que me dejan ese sabor.

Te dejo un beso y un acorde menor.

5:15 p. m.  
Blogger cuti said...

Recuerde el desafío cuti: si no le gusta le devolvemos su dinero y le propina una tunda a quien se la recomendó.

Está como para darle una oportunidad a Bruselas, no? Lo único que recuerdo es el edificio Berlaymont; mejor dicho, las hectáreas de lona que cubrían el edificio Berlaymont mientras le sacaban el amianto. No muy inspirador.

10:04 a. m.  
Blogger Magic said...

Gustavo: hay una simbiosis que se genera con algunos sitios en particular, creo. Y estoy convencida de que la visión de ese lugar está determinado en gran parte por el momento de la vida que estemos viviendo. En casos como éste, prefiero quedarme con ese sello. Un beso para vos también :)

Cuti: jaja, lo suyo ya es marca registrada! :)
Le daría otra oportunidad a Bruselas si alguien pudiera garantizarme que sigue intacta y que mis sensaciones al volver a pisarla también. Difícil, no? Beso.

10:53 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Las ciudades se huelen, se miran y se recuerdan con el alma del momento. La mía andaba distraída cuando pasó por Bruselas, pero seguramente si te describo Brujas, parecería que hablamos del mismo lugar. Muy evocador tu texto.

12:10 a. m.  
Blogger Magic said...

Lau: de Brujas me quedó el sabor de sus increíbles bombones... y el recuerdo de su pintoresca arquitectura aldeana, onda Hansel y Gretel :)
Un beso.

10:20 a. m.  

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