Sus manos
Tenía fascinación por sus manos. Se había enamorado de ellas, antes que de él en su integridad.
Tan pulcras, tan varoniles, tan únicas. Estéticas por naturaleza, llevaban la marca que a ella le conmovía particularmente: las venas en suave relieve. La forma que adquiría la articulación del pulgar, levemente encumbrada, era su detalle preferido.
El día en que captó que las manos de él no le provocaban lo mismo, fue el día que sentenció el fin.
10 Comments:
Excelente.
Una de las pocas cosas físicas que miro en un hombre son las manos.
Si las manos no me seducen, dudo que otra cosa lo haga.
Muy bueno tu post.
Besos
Lindo relato. Dice mucho en poco.
Salutes
Exacto..dice mucho en poco.
Me hiciste recordar algunas cosas..
Besotez!
Me gustó pila. Me puse a pensar que presto mucha atención a las manos, dicen mucho de alguien.
Uh.
las manos.
te dejo, me voy a hacer las mismas.
la parte por el todo...una verdadera sinécdoque humana.
besos
Y el pibe se dio cuenta, entonces, que estaba hasta las manos...
Araña: la mirada en las manos y en los dientes, infaltable.
Cynthia: ...
Juanba: bienvenido :)
Sweetest: seguramente todos pasamos por algo parecido, no?
Pau: ay! las miradas! qué feo cuando esa reciprocidad se esfuma!
Te quiero.
Ana: reflejan tanto...
Señor k: saludos!
Paréntesis: no se puede ocultar lo inocultable, verdad?
Guz: gracias por el toque de humor :)
amplíe! quiero saber de quien habla!
Tía, no perdería la gracia? Prometo decirle en privado :)
Beishos.
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